Ballet Estable del Teatro Colón-C

Un clásico que siempre vuelve

“La bella durmiente del bosque”, con puesta de Mario Gallizzi subió a escena en el Teatro Colón del 29 de septiembre al 8 de octubre. En los protagónicos: Nadia Muzyca y Juan Pablo Ledo, Camila Bocca y Federico Fernández, también partenaire de la bailarina invitada, Marianela Nuñez.

Deja un comentario Por () | 10/10/2017

El Ballet Estable del Teatro Colón, dirigido por Paloma Herrera, repuso “La bella durmiente del bosque”, una producción del Teatro Colón. Foto: Máximo Parpagnoli. Gentileza Prensa Teatro Colon.

El Ballet Estable del Teatro Colón, dirigido por Paloma Herrera, repuso “La bella durmiente del bosque”, una producción del Teatro Colón. Foto: Máximo Parpagnoli. Gentileza Prensa Teatro Colon.

Celebración, magia, alegría, hadas, encanto, virtuosismo y fastuosidad y un Ballet Estable del Teatro Colón, con dirección de Paloma Herrera, que volvió a demostrar una vez más su excelencia en “La bella durmiente del bosque” que se estrenó el 29 de septiembre y cerró su última función el 8 de octubre. La puesta, tuvo como protagonistas de la primera noche y del 1 de octubre a los primeros bailarines de la casa, Nadia Muzyca y Juan Pablo Ledo. Un segundo reparto estuvo a cargo de Camila Bocca, en su debut en el papel principal en un ballet completo, junto a Federico Fernández, bailarín que bailó también en el tercer elenco con la primera bailarina invitada del Royal Ballet de Londres, Marianela Nuñez.

La obra incluye un prólogo y tres actos. La coreografía estuvo a cargo del argentino, Mario Galizzi, basado en el libreto de Iván Vsevolovsky y Marius Petipa de 1890, inspirada en el cuento homónimo de Charles Perrault.

El 29 de septiembre y el 1 de octubre, Nadia Muzyca y Juan Pablo Ledo interpretaron los roles principales en “La bella durmiente del bosque”. Foto: Arnaldo Colombaroli. Gentileza Prensa Teatro Colon.

Nadia Muzyca y Juan Pablo Ledo interpretaron los roles principales en “La bella durmiente del bosque”. Foto: Arnaldo Colombaroli. Gentileza Prensa Teatro Colon.

En la versión de Galizzi el Hada Lila y Carabosse tienen un rol destacado con algunos cambios respecto al original de Petipa, como la utilización de puntas para Carabosse, dejando de lado los zapatos de tacos de la primera versión. Otro cambio fue la elección de una mujer en la interpretación de Carabosse, cuando generalmente es un hombre quien actúa. En la primera versión, Petipa estrenó el ballet con Enrico Ceccheti en el rol del hada maléfica. En la versión de Galizzi, Natalia Pelayo fue la elegida en el primer reparto y lo hizo de forma regia, desplegando bruscos y desdibujados movimientos, contrapuestos a los dulces y delicados port de bras del hada Lila, caracterizada por Ayelén Sánchez.

Los decorados que utilizó Galizzi fueron confeccionados siguiendo los diseños del pintor Nicola Benois (diseñador que dejó su huella en la Scala de Milán y en Les ballets Russes de Sergei Diaghilev), y el vestuario según Norman McDowell del London Festival Ballet. La música del genial Piotr Ilych Tchaikovsky fue interpretada por la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires, y se invitó para dirigirlos al suizo, Emmanuel Siffert, quien condujo a la orquesta con solvencia y carisma.

El Hada Lila y Carabosse

El prólogo comienza con el bautismo de la princesa Aurora. Galizzi, introduce en su versión a dos sequitos, el del hada Lila, la reina de las hadas de las más altas y nobles cualidades, y al del hada Carabosse, quien representa al mal. El del Hada Lila aparece en escena con sus dulces y alegres danzas. Las hadas solistas, Manuela Rodríguez Echenique, Paula Cassano, Stephanie Kessel, Camila Bocca y Eliana Figueroa, ofrecen sus gracias y despliegan un vestuario de colores: celeste, turquesa, rosa, amarillo, verde y rojo que se suceden; ofreciendo a la recién nacida generosidad, encanto, alegría, elocuencia y temperamento.

Mientras las hadas buenas ofrecían sus dones a la princesa, Carabosse junto a su sequito irrumpe furiosa, en reclamo por no haber sido invitada a la celebración. Galizzi destaca este duelo entre el bien y el mal con rasgos definidos de las protagonistas. Sánchez interpreta con autoridad y suaves port de bras el enfrentamiento para con los malos augurios de Carabosse, quien decide castigar con un hechizo de muerte a la pequeña princesita. La Carabosse de Pelayo emula con enérgicos, tajantes y cortantes movimientos, y pequeñas inclinaciones de la cabeza, como a un pájaro furioso y despechado. De esta manera, el Hada Lila, enfrenta a Carabosse y alivia a los reyes, asegurando que la princesa no morirá, pero dormirá cien años hasta que un noble príncipe la despierte con un beso de amor.

Camila Bocca y su gran desafío

Camila Bocca hizo su debut como la princesa Aurora junto a Federico Fernández en el papel del príncipe Desiree en la versión de Mario Gallizzi de “La bella…”. Foto: Máximo Parpagnoli. Gentileza Prensa Teatro Colon.

Camila Bocca hizo su debut como la princesa Aurora junto a Federico Fernández en el papel del príncipe Desirée. Foto: Máximo Parpagnoli. Gentileza Prensa Teatro Colon.

El segundo reparto estuvo conformado por Camila Bocca en su primer rol protagónico en un ballet completo quien hiciera su debut el 30 de septiembre junto al primer bailarín, Federico Fernández. Bocca demostró estar a la altura de las circunstancias e hizo su aparición triunfal muy firme demostrando frescura en sus movimientos con magistral precisión. La bailarina, en el baile de presentación a los príncipes se mostró segura y en buen equilibrio junto a sus principescos partenaires.

En el segundo acto, en el baile de la ensoñación, Fernández, quien con su experiencia (en los días sucesivos también partenaire de la bailarina invitada, Marianela Nuñez) dio contención y seguridad a la bailarina en sus primeros pasos en este exigente rol, y fue un perfecto partenaire.

El hada Lila fue interpretado por Paula Cassano con certeras expresiones de carácter y autoridad, así como una gran línea corporal. Por su parte, en este reparto, Carabosse fue interpretado por Ayelén Sánchez con graciosos movimientos maléficos, emulando a una personalidad desequilibrada que sirvió al papel, en contraposición a la certeza y temple de Cassano, que vistió de brillo a su personaje.

Los tres actos

En el primer acto, en su fiesta de cumpleaños, la joven princesa Aurora, interpretada por Nadia Muzyca con sólidos equilibrios hace su gran entrada con pasos menudos y rápidos en despliegue de gracia y dulzura juvenil. Como princesa casadera, sus padres, los reyes, le presentan a los príncipes del reino. Muzyca, con buena línea en el attitude en arrière hace su presentación con cada uno de sus partenaires. Instantáneamente, una viejecita (Carabosse encapuchada) le regala un ramo de flores que oculta una aguja con la que se pincha y cae.

En el segundo acto, hace su aparición nuevamente Sánchez como el hada Lila quien logra transmitir la magia, con sutileza actoral, cuando se encuentra con el joven príncipe Desirée -un correcto Juan Pablo Ledo-, y le presenta a la princesa Aurora como a una visión.

En el tercer acto, en el marco de las bodas de Aurora con el príncipe Desirée se suceden los divertissements, y Galizzi invita al casamiento al Pájaro azul y la princesa Florisse y a Pulgarcito.

Maximiliano Iglesias se lució en Pájaro azul con saltos a gran altura y precisión. Se destacó también Georgina Giovannnoni como la princesa Florisse con buenas líneas de piernas y brazos. Asimismo, Williams Malpezzi sobresalió por su gracia traviesa como Pulgarcito por sus cabrioles y saltos como su grand jeté à la seconde.

 

La bella en el Teatro Colón

-1941, primera vez que se presenta la obra con coreografía de Margarita Wallmann con María Ruanova y Michel Borowski.

-1967, primera producción completa montada por Jack Carter para el Ballet Estable del Colón con Olga Ferri y Rodolfo Rodríguez.

-1990, estreno de la versión de Mario Galizzi por los 100 años del estreno de la obra en San Petersburgo y el 65° aniversario de la creación del Ballet Estable.

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