Acosta Danza

Con pura fibra cubana

Del 1 al 3 de mayo, el Eisenhower Theater del Kennedy Center recibió por primera vez a la compañía fundada por el bailarín cubano Carlos Acosta. Un programa vibrante que fusiona tradición, innovación y virtuosismo escénico. La danza se convierte en un lenguaje de identidad y resistencia.

Deja un comentario Por () | 04/05/2025

Bailarines de Acosta Danza en “Paysage, soudain, la nuit”, de Pontus Lidberg en el Kennedy Center de DC. Foto: Johan Persson. Gentileza JFKC.

Bailarines de Acosta Danza en “Paysage, soudain, la nuit”, de Pontus Lidberg en el Kennedy Center de DC. Foto: Johan Persson. Gentileza JFKC.

Finalmente, y después de largos años de espera, Acosta Danza llegó a Washington DC, y lo hizo con todo su esplendor. Una compañía profesional de alto nivel. Bailarines incomparables. Una propuesta estética de enorme belleza e intensidad. Y, por sobre todo, una compañía con el alma y el corazón puestos en una Cuba abierta al mundo.

Del 1 al 3 de mayo, el Eisenhower Theater del Kennedy Center recibió por primera vez a Acosta Danza, la compañía fundada por el inolvidable bailarín cubano Carlos Acosta. El programa, “Cuban Eclectico” estuvo integrado por cinco obras que entrelazan lo clásico, lo contemporáneo y lo tradicional. El espectáculo puso en escena un retrato de identidad cultural con ese talento escénico que siempre caracterizó a los bailarines de la escuela cubana de danza.

El camino que transitó desde 2015 la compañía creada por Acosta, se asemeja, en cierta forma, al que delineó el Grupo Corpo, de Brasil, dirigido y fundado por los hermanos Paulo y Rodrigo Pederneiras en 1976. De esta forma, Acosta Danza se convierte en una de las pocas compañías de clásico-contemporáneo que deja trascender la impronta de sus raíces.

Desde una enorme falda azul, que por momentos parecía el mar, comenzaron a surgir los torsos desnudos de bailarines y bailarinas en una danza subyugante y misteriosa. “Sartori” (2018), la obra que abrió el programa, realizada por el coreógrafo cubano Raúl Reinoso, es una suerte de metáfora del despertar de la iluminación espiritual. Con música original de Pepe Gavilondo y Reinoso, la coreografía fusiona ballet clásico y danza contemporánea, con una fuerza grupal impactante. Aunque es una pieza centrada en la búsqueda interior, “Satori” se sostiene como una obra de conjunto donde la armonía del grupo amplifica su carga emocional y estética.

Del reconocido coreógrafo belga Sidi Larbi Cherkaoui se presentó “Faun” con fragmentos de Claude Debusy y Nitin Sawhney. Foto: Toti Ferrer. Gentileza JFKC.

Del reconocido coreógrafo belga Sidi Larbi Cherkaoui se presentó “Faun” con fragmentos de Claude Debusy y Nitin Sawhney. Foto: Toti Ferrer. Gentileza JFKC.

De la mano del reconocido coreógrafo belga Sidi Larbi Cherkaoui siguió “Faun”, una obra que retoma fragmentos de “Preludio de la siesta de un fauno” de Claude Debussy e intercala, con deliciosa efectividad, texturas sonoras contemporáneas de Nitin Sawhney. Un dúo desconcertante que explora al máximo las posibilidades del cuerpo e indaga en la fusión de lo humano y lo animal, de lo masculino y lo femenino. Con un refinamiento exquisito, la obra es una especie de poema sensorial de la dualidad interna del ser humano. Interpretado magníficamente por Alejandro Silva y Patricia Torres.

“Paysage, soudain, la nuit” (2018), con coreografía de sueco Pontus Lidberg, fue sin duda el momento más logrado del programa. Enmarcada por una escenografía naturalista de Elizabet Cerviño, esta obra para 11 bailarines recupera un espíritu lúdicro rebosante y fluido. La música del incomparable Leo Brouwer con aires rumba cubana, se mezcla con la partitura de Stefan Levin, e impulsa una coreografía que celebra el encuentro, el deseo y la juventud. Cambios sutiles de dinámica entre solos, dúos y grupos, mantienen un ritmo interno que no decae y que, inevitablemente, contagia al espectador con la frescura y el disfrute de la danza.

“De Punta a Cabo” con coreografía de Alexis Fernández interpretada por Acosta Dance. Foto: Hugo Glendinning. Gentileza JFKC.

“De Punta a Cabo” con coreografía de Alexis Fernández interpretada por Acosta Dance. Foto: Hugo Glendinning. Gentileza JFKC.

En contraste con esa explosión grupal, llegó “Impronta”, creada por la coreógrafa española María Rovira. Una joya minimalista. Y no solo eso. Ofelia Rodríguez, la única intérprete, mostró también la impronta de la escuela cubana de danza. Con una elasticidad asombrosa y esos brazos magníficos de los bailarines cubanos, en apenas siete minutos, logró una conexión visceral entre la modernidad y lo ancestral.

El programa cerró con “De Punta a Cabo”, de Alexis Fernández, una obra que resume la propuesta estética de Acosta Danza, ese mestizaje cultural a través del lenguaje coreográfico. Imágenes vivas del malecón, de ese magnífico mar de La Habana, de sus luces diurnas y nocturnas y esa nostalgia de la distancia. Todo eso, plasmado en un telón de fondo en movimiento del cual el espectador no se puede distanciar. En esta obra se funde el ballet clásico, la salsa, los pies descalzos, la técnica, la danza callejera, los ritmos populares, el idioma yoruba y los instrumentos tradicionales. Aquí está el espíritu de Cuba, su sensualidad, su versatilidad, su intensidad y su resiliencia.

“Cuban Eclectico” no es solo un espectáculo de danza, es una minuciosa radiografía de la riqueza, la complejidad y la evolución de la cultura cubana. Bajo la dirección de Carlos Acosta, la compañía ha logrado consolidar un lenguaje moderno y contemporáneo que no renuncia a sus raíces, sino que las reinventa y las amplifica en un diálogo con el mundo.

La presencia de Acosta Danza en el Kennedy Center marca un hito significativo. Lo que subió a escena fue mucho más que virtuosismo, fue identidad, emoción y belleza. La compañía logró ese milagro que pocas veces sucede cuando el público y los intérpretes conectan sus almas y dejan que el duende de la danza se apodere de todo.

“Sartori, obra de 2018, del coreógrafo cubano Raúl Reinoso, abrió el programa “Cuban Eclectico”. Foto: Enrique Soldevilla y Estudio 50. Gentileza JFKC.

“Sartori, obra de 2018, del coreógrafo cubano Raúl Reinoso, abrió el programa “Cuban Eclectico”. Foto: Enrique Soldevilla y Estudio 50. Gentileza JFKC.

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