The Washington Ballet

El hechizo vuelve a escena

“Lago de los cisnes” se presenta hasta el 13 de febrero en el Eisenhower Theater del Kennedy Center. Esta puesta, postergada desde 2020, es producto de una minuciosa investigación realizada por la directora de la compañía, Julie Kent, y por el director artístico asociado, Victor Barbee.

Deja un comentario Por () | 11/02/2022

Cuerpo de baile y Eun Won Lee y Gian Carlo Pérez (Ctr.), en la puesta de “Lago de los cisnes” estrenada en el Eisenhower Theater del Kennedy Center. Foto: xmb Photography. Gentileza TWB.

Cuerpo de baile y Eun Won Lee y Gian Carlo Pérez (Ctr.), en “Lago de los cisnes” estrenada en el Eisenhower Theater del Kennedy Center. Foto: xmb Photography. Gentileza TWB.

Recuperar la danza después del devastador impacto de la pandemia de COVID-19 es una empresa titánica. Más aún si se trata de subir a escena una obra tan monumental y con tanta demanda como “Lago de los cisnes”. Pero The Washington Ballet (TWB) arremetió con ese desafío y lanzó sus primeras funciones, después de dos años de silencio, con este clásico que requiere de una disciplina férrea, una sutileza artística que casi trasciende lo terrenal, y una preparación técnica impecable.

Bajo la dirección, puesta en escena y coreografía de su directora, Julie Kent y de Victor Barbee, director artístico asociado, esta producción se caracteriza por un minucioso cuidado y prolijidad. Basados en la coreografía tradicional de Marius Petipa y Lev Ivanov de esta obra que recuperó el Teatro Mariinsky en 1895, Kent y Barbee pusieron un toque propio que dio como resultado una puesta de calidad.

La potente y majestuosa música de Piotr I. Tchaikovsky construye el resto: la magia, donde la luna se funde con la noche y el malvado hechicero von Rothbart mantiene encantada a Odette y al resto de las princesas para que se conviertan en cisne blancos durante el día y se transformen durante la noche.

Kent ha logrado uniformidad en los actos blancos en los que la sincronización en las filas de cisnes se ajusta de manera deslumbrante, más allá de la estrecha dimensión del escenario. El despliegue de cisnes entrando a escena como una sucesión interminable es absolutamente conmovedor. Y la magnífica coordinación del pas de quatre interpretado por Victoria Arrea, Jessy Dick, Lucy Nevin y Alexa Tores mostró el acertado trabajo tanto de los bailarines como de los preparadores.

Eun Won Lee como Odile y Gian Carlo Pérez en el rol del príncipe Sigfrido en el tercer acto de “Lago de los cisnes” de TWB. Foto: xmb Photography. Gentileza TWB.

Eun Won Lee como Odile y Gian Carlo Pérez en el rol del príncipe Sigfrido en el tercer acto de “Lago de los cisnes” de TWB. Foto: xmb Photography. Gentileza TWB.

El Eisenhower Theatre del Kennedy Center, por momentos, quedó apretado para una coreografía que, generalmente, se presenta en espacios más amplios. Pero nada de esto afectó el nivel de la danza, el compromiso de los bailarines y la belleza de una puesta en la que la escenografía y el vestuario, préstamo de Ballet West, formaron parte de un todo compacto y sin fisuras.

Eun Won Lee como Odette/Odile y Gian Carlo Pérez como el príncipe Sigfrido compusieron una buena dupla. Ambos bailarines poseen un alto nivel técnico. Pérez, desbordante de pasión, intenso y conmovedor, dejó ver su sólida formación en la escuela cubana de ballet. Con magníficos saltos, una línea majestuosa y una gran musicalidad, Pérez delineó un Sigfrido para recordar. Lee, por su parte, se destacó por sus extensiones, sus equilibrios y sus magníficos fouettés cuando debió encarar a Odile, el cisne negro del tercer acto.

Pero esta producción no sólo tuvo dos protagonistas. El cuerpo de baile, en cada uno de los cuatro actos de esta poética y apasionada historia supo contarla a través de un relato íntimo y conmovedor. Ashley Murphy-Wilson mostró su musicalidad y precisión en el pas de trois del primer acto junto con Ayano Kimura y Ariel Martínez. Por otra parte, los intérpretes de las danzas de carácter del tercer acto no sólo pusieron un toque vital y fresco, sino que también mostraron precisión y buena técnica.

A esta puesta se sumó un detalle primordial: la Orquesta de TWB en vivo, dirigida de manera excelente por Charles Barker.

Es cierto que la pandemia dejó sus marcas. Pero no caben dudas de que se trata de un “volver a empezar”.

Bailarinas de TWB en “Lago de los cisnes”, ballet que se presenta hasta el domingo en el Kennedy Center. Foto: xmb Photography. Gentileza TWB.

Bailarinas de TWB en “Lago de los cisnes”, ballet que se presenta hasta el domingo en el Kennedy Center. Foto: xmb Photography. Gentileza TWB.

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