American Ballet Theatre-Promociones

El ABT anunció cambios y ascensos en sus filas, y promociones de Solistas y Principales. Foto: Rosalie O’Connor. Archivo Danzahoy. Gentileza ABT.

Al finalizar la temporada primavera-verano de 2015, Kevin McKenzie, director artístico del American Ballet Theater (ABT) anunció varias promociones que sucederán a partir de septiembre de este mismo año.

Después de 25 años con el ABT, Julie Kent se despidió de la compañía el 20 de junio en el Met. Foto: Marty Sohl. Archivo Danzahoy. Gentileza ABT.

Dos privilegiadas subieron un escalón para convertirse en Principales, e igualmente, hubo varios nuevos Solistas. Las Principales son Stella Abrera, y Misty Copeland. Otros dos nombres se incorporan a la compañía como principales, Maria Kochetkova, que acaba de dejar el San Francisco Ballet, y Alban Lendorf, hasta ahora, Principal del Royal Danish Ballet.

Y entre los Solistas,  además de Skylar Brandt, Thomas Forster, Arron Scott y Cassandra Trenary, el nombre de Luciana Paris brilla por lo que siempre muestra en el escenario, que la hace  merecedora de la promoción, y que a esta altura de su carrera, ya deberían haberla ascendido a principal hace varios años. No por antigüedad sino por méritos propios y por tesón de trabajo.

Luciana Paris, ascendida a Solista del ABT, brilla por lo que siempre muestra en el escenario. Foto: Lucas Chilczuk. Gentileza Luciana Paris.

Copeland ha sabido aprovechar muy bien su futuro estrellato apareciendo constantemente en la televisión, en medios gráficos y en la radio. Una campaña publicitaria que comenzó el año pasado, casi al final de la temporada del ABT en el Metropolitan Opera House, con el lanzamiento de su autobiografía, “Life in Motion” (Ver Danzahoy ) y su aparición en varios medios de prensa. Momento que sirvió también para que Copeland reciba varios premios y distinciones por su trayectoria y su esfuerzo por vencer la adversidad de una vida azarosa.

Se ve muy bien que tiene una-un agente que sabe qué puerta tocar, pues no solamente estuvo en  las  noticias de última hora anunciando su ascenso, sino también en programas como “The View” dirigido por Whoopie Goldberg. Allí le echó mano a la muy usada y peligrosa carta racial, que no necesita comentario ni entra en discusión.

A los 36 años, Misty Copeland, asumirá roles de Principal en el ABT a partir de la temporada 2015-2016. Foto: Marty Sohl. Gentileza ABT.

Copeland ha llegado a la categoría de Principal a los 36 años, una edad en la que ya muchas bailarinas empiezan a pensar en el retiro. Y poco es el tiempo que le queda para ser considerada “estrella”. Algo diferente a lo que ella ha conseguido.

Por lo contrario, Abrera no ha buscado publicidad sino que parece se ha quedado tranquila,  esperando poder gozar de su nueva posición cuando comience la corta temporada del próximo otoño. Si bien es cierto que hace largo tiempo que la bailarina viene esperando este ascenso.

Por ese tema viene a la mente una bailarina Rusa, Veronica Part, de alta estatura y bastante peso que sorprendió a todos los que les interesa el ballet cuando la hicieron Principal. Muy pocos bailarines del elenco podían cargarla, pero hay que recordar un dicho que explica lo siguiente: “Suerte te de  Dios porque  el saber nada te vale”. Part tuvo un magnífico padrino en Sergei Ratmansky, coreógrafo y artista en residencia del ABT, y ruso como ella.

Las que se fueron

Este final de temporada marcó también el retiro de tres bailarinas Principales que hicieron época en la compañía y colaboraron para darle el brillo y el prestigio internacional que hasta hoy tiene. Dos de ellas fueron “casi” obligadas a colgar las zapatillas: la cubana Xiomara Reyes y Julie Kent. Paloma Herrera ya había anunciado su retiro al cumplir sus 20 años con el ABT. Y si bien no le dejaron escoger la obra para su despedida, la bailarina optó por una función de “Giselle”, en la matiné.

Paloma Herrera anunció su retiro en 2014 y se despidió del Met y del ABT el 27 de mayo de 2015. Foto: Gene Schiavonne. Archivo Danzahoy. Gentileza ABT.

“Yo no soy un ballet, yo no soy una función. Yo soy toda una carrera -manifestó en una entrevista-. Por eso dije: ¿no hay otra opción? Pues tengo que cerrar con ‘Giselle’”. Es una ética, es una forma de vida”. Y también remarcó durante varias entrevistas: “Si yo no doy el ejemplo, ¿quién lo va a dar? Uno hace una carrera así por lo verdadero que uno quiere, no por el glamur, por la fiesta, por estar en los medios o por querer ser famoso. Yo amo lo que hago y es lo único que me importó siempre. Así me voy a ir”.

La bailarina argentina fue la primera latina en llegar a ser principal a los 19 años. Y en aquel momento, no hubo un campaña publicitaria, ni agente de prensa que la llevara a todos los canales de televisión, ya que por entonces los latinos eran minoría y también tenían un espacio relegado.

Herrera formó parte de la generación de José Manuel Carreño y Ángel Corella, a los que se sumaron luego Xiomara Reyes, Marcelo Gomes, Herman Cornejo, Carmen Corella, Erica Cornejo, la uruguaya María Riccetto y Luciana Paris. Todos ellos compartieron escena con otros grandes como Ethan Stiefel, Vladimir Malahkov, Nina Ananiashvili, Alessandra Ferri. Y el ABT era “la Meca” de muchos bailarines del mundo.

Una de las favoritas del público, Xiomara Reyes, dejó el ABT, el 27 de mayo. Junto a Herman Cornejo en “Don Quijote”. Foto: MIRA. Archivo Danzahoy. Gentileza ABT.

El mismo día de la despedida de Herrera, y con el mismo ballet, “Giselle”, Reyes dejó el ABT por la noche. Con dolor y resignación.

Una mano muy fuerte dio el empujón final también a Kent, que aunque tenía la edad como para retirarse, y ya estaba pensando en cuándo sería el momento, aun lo que bailaba lo hacía con extrema gracia y seguridad. Respecto a Reyes, aun le faltaban unos años para decir adiós a un público que la adoraba.

Pero citando otro dicho: “así son las cosas y basta”. Ya el tiempo lo dirá qué pasará con este barco al que la directora ejecutiva, y capitana, Rachel Moore, acaba de abandonar para convertirse en la CEO del The Music Center de Los Ángeles, California. Un cambio que podría resultar oportuno para ella, y de dudoso beneficio para el ABT que ahora tendrá que navegar con menos tripulantes y muy pocos avezados.