San Francisco Ballet

El Cascanueces hechiza a la pandemia

Este año, la compañía dirigida por Helgi Tomasson presenta una experiencia virtual que comenzó el 27 de noviembre y cerrará la temporada el 31 de diciembre. La propuesta es sumergirse en un mundo digital en el que se funden la historia, los juegos interactivos y el ballet completo.

Deja un comentario Por () | 08/12/2020

Elizabeth Powell interpreta a Clara y Damian Smith, Drosselmeyer, en “Cascanueces” del San Francisco Ballet en el War Memorial Opera House (2007). Foto: Erik Tomasson. Gentileza SFB.

Elizabeth Powell interpreta a Clara y Damian Smith, Drosselmeyer, en “Cascanueces” del San Francisco Ballet en el War Memorial Opera House (2007). Foto: Erik Tomasson. Gentileza SFB.

Casi a fines de noviembre el San Francisco Ballet sorprendió con el anuncio de su temporada virtual de “Cascanueces”. Meses antes, el director artístico de la compañía, Helgi Tomasson, había confirmado que este tradicional ballet de Navidad no se presentaría este año en el War Memorial Opera House debido a las restricciones por COVID-19. Sin embargo, y dadas las características de esta tortuosa pandemia, la compañía retoma -en línea- esta tradición que comenzó en 1944 con el estreno del primer “Cascanueces” de los Estados Unidos, piloteado por el San Francisco Ballet.

Esta vez, tiene el perfil de una experiencia virtual e interactiva que comenzó el 27 de noviembre y cerrará la temporada el 31 de diciembre. La propuesta es absolutamente conmovedora, y permite al espectador sumergirse en un mundo digital en el que se funden la historia, los juegos interactivos y el ballet completo. Una impecable realización de Blueprint Studios que refleja las características de una comunidad pionera en tecnología.

Realizada por Televisión Pública KQED en asociación con la coproducción de Thirteen / WNET New York, esta versión del “Cascanueces” de Tomasson, con música de Peter Ilyich Tchaikovsky, fue filmada en el War Memorial Opera House en diciembre de 2007. Tiene como protagonistas a Yuan Yuan Tan como la Reina de las Nieves, Pierre-François Vilanoba como el Rey de las Nieves, Vanessa Zahorian como el Hada de Azúcar y Elizabeth Powell como Clara. Y en el grand pas de deux: una magnífica Maria Kochetkova junto a Davit Karapetyan.

Estudiantes de SF Ballet School y el Cascanueces se preparan para atacar al Rey de los Ratones. Foto: Erik Tomasson. Gentileza SFB.

Estudiantes de SF Ballet School y el Cascanueces se preparan para atacar al Rey de los Ratones. Foto: Erik Tomasson. Gentileza SFB.

Con atractivos decorados y un vestuario impecablemente diseñado, Tomasson imaginó su “Cascanueces” en la ciudad de San Francisco y evocó aquella memorable Exposición Panama-Pacific de 1915.

Este ballet que reemplazó en 2004 el original creado por Lew Christensen, primer director artístico de la compañía, transita por esta historia con un delicado equilibrio narrativo y estético. Al comienzo, Drosselmeyer, interpretado con encanto por Damian Smith, se prepara para ir a la fiesta de Navidad de los Stahlbaum. Al llegar, el gran mago y constructor de muñecos mecánicos hace un despliegue de sus creaciones ante la mirada azorada de los niños, y también de los mayores. Sin embargo, la verdadera historia recién comienza cuando Clara sueña con un príncipe Cascanueces. Deliciosa la interpretación de Elizabeth Powell, por entonces una jovencísima y promisoria bailarina cuya delicadeza y frescura logran captar la atención.

Los muebles de la casa se agigantan y allí empieza la inevitable lucha entre el Cacanueces y el rey de los ratones. Un cañón de juguete que explota, caballos aguerridos, valientes soldados, y ratones inmensos y musculosos dispuestos a dar batalla. Hasta que de pronto, Clara trae una enorme y desmesurada trampa para atrapar al monarca. Brillante y sincronizado desempeño de los niños, todos ellos estudiantes de SF Ballet School.

La escena de los copos de nieve, una de las más bellas de este ballet, puso la magia en esta versión virtual. Yuan Yuan Tan, como la Reina de las Nieves, y Pierre-François Vilanoba, como el Rey de las Nieves, con maestría absoluta interpretaron el bello pas de deux que cierra el primer acto de “Cascanueces”. El trabajo del cuerpo de baile, también cuidado y minucioso, se amalgamó con los protagonistas hasta el momento en el que un carruaje con bellísimos caballos transparentes llega en busca de Clara y su príncipe para llevarlos a otros mundos.

Finalmente, llegan al universo de los dulces donde un desfile de personajes se apodera de la escena con sutil delicadeza, con variaciones de danzas de carácter que recorren diferentes estilos. El Vals de las Flores, al igual que los insectos que aparecen en la historia, marca uno de los momentos donde se evoca al invernadero de flores de San Francisco. Excelente Vanesa Zahorian como el Hada de Azúcar, una bailarina que, a lo largo de los años ha reafirmado su estilo y sus sutilezas.

Con delicados brazos, giros veloces y a tempo, y ajustados fouettes, Kochetkova, una bailarina de sólida técnica y conmovedor encanto, hizo una sublime interpretación del Grand Pas de Deux con Karapetyan. Para el final, Clara volvió a su realidad, abrazada a su Cascanueces en el sofá de su casa que, ahora, volvía a ser de tamaño real.

Vals de las Flores en la versión de “Cascanueces” de Helgi Tomasson, evoca al invernadero de flores de San Francisco. Foto: Erik Tomasson. Gentileza SFB.

Vals de las Flores en la versión de “Cascanueces” de Helgi Tomasson, evoca al invernadero de flores de San Francisco. Foto: Erik Tomasson. Gentileza SFB.

Información

La experiencia digital expansiva de 2020 está disponible hasta el 31 de diciembre de 2020.

La entrada a “Nutcracker Online” tiene acceso por 48 horas.

https://www.sfballet.org/productions/nutcracker-online/

https://www.sfballet.org/digital-viewing-tips/

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