Mi compañía

Una mirada sobre el planeta

Con “Mondo”, Susana Pous propone una pieza coral de danza-teatro de 55 minutos, sin pausas. El montaje se realizó en el teatro Martí de la capital cubana, donde se desempeña un elenco mixto de cuatro parejas de virtuosos bailarines, dotados con una natural vocación dramática.

Deja un comentario Por () | 24/03/2024

“Mondo”, presentado por Mi compañía, es una experimentación provocadora para hacer reflexionar al espectador. Foto gentileza de Mi compañía.

“Mondo”, presentado por Mi compañía, es una experimentación provocadora para hacer reflexionar al espectador. Foto gentileza de Mi compañía.

“Mondo” es la más reciente creación coreográfica de Susana Pous -española afincada en Cuba por más de dos décadas-, concebida para la compañía de “variadanza” contemporánea Mi Compañía que ella misma dirige hace varios años en su sede habanera. Es una pieza coral de danza-teatro para toda una noche, unos 55 minutos sin pausas, producida en el hermoso teatro Martí de la capital cubana, donde se desempeña un elenco mixto de cuatro parejas de virtuosos bailarines, dotados con una natural vocación dramática.

Afortunadamente, para este cronista, la maestra Pous concedió, previo al estreno, varias entrevistas a la prensa local, en las cuales nos iluminó las incógnitas del sugerente título de su obra, y así descartamos otras posibles interpretaciones erráticas. ¿Por qué eligió el término mondo para denominar a esta pieza? Propone en su discurso escritural “ir a la esencia” en su nueva coreografía, pues considera más importante el enfocarse en “lo auténtico” en un contexto en el cual los habitantes de este planeta “nos rodeamos constantemente de objetos para poder sobrevivir”. Y explicó que “Mondo” significa la esencia de todo aquello que está desprovisto de cosas superfluas, “es ir un poco a lo interno, a lo más profundo”.

En su catálogo coreográfico siempre está presente la experimentación provocadora para hacer reflexionar al espectador (generalmente pasivo ante lo que ocurre en escena) y que se emocione (una tesis ejecutada antaño por la icónica diva germana Pina Bausch). Bien es cierto que ninguna de sus piezas precedente se le parece, pues aquí tiene en cuenta objetos que “manipulamos en la escena en situaciones reales”, según ha confesado la creadora, que se tomó 5 años para retornar a las tablas con su agrupación.

Los logros de “Mondo” no están concentrados en el discurso coreográfico no lineal, están diseminados en los diversos talentos participantes de la producción general, como la excelente música original de Eme Alfonso (integrante de la afamada banda de música afro Síntesis), colaboradora de Pous en otras piezas precedentes, y la dupla formada con Guido Gali, responsable del diseño escénico y el vestuario, y el importante apoyo del actor y director  Caleb Casas en la asesoría teatral, en tanto que pieza poliédrica contó con la contribución para las proyecciones de fondo: ilustraciones y animaciones, de Sergio Valencia y Fabio Vázquez. Sin duda, para conseguir resultados de alto nivel artístico hubo que recurrir a los proveedores locales y foráneos, ante la crisis de recursos que golpea las artes escénicas nacionales, como admitió la autora.

El ímpetu en el “Mondo” de Pous

Con música original de Eme Alfonso, y diseño escénico y vestuario de Guido Gali, la coreógrafa de Susana Pous estrenó “Mondo”. Foto gentileza de Mi compañía.

Con música original de Eme Alfonso, y diseño escénico y vestuario de Guido Gali, la coreógrafa de Susana Pous estrenó “Mondo”. Foto gentileza de Mi compañía.

En esta coreografía de Pous el ímpetu escritural es un destilado de las precedentes, donde el rigor y coherencia del discurso poético está subrayado por la provocación, por ello se nos antoja autorreferencial. En “Mondo”, el “juego” dramático cobra importancia por la interpretación conseguida por los danzantes. Sin duda, por el ingente trabajo del destacado actor-director escénico Caleb Casa, y no se diluye ante la demostración atlética desplegada por aquéllos en su finalidad de comunicar las distopías del mundo en su “hic et nunc”.

La producción escénica no se limita a los efectismos tecnológicos, que se convierten en colaboradores de los ejecutantes manipuladores, con la destreza y precisión indicada, de los objetos que componen el fantasioso mobiliario concebido por sus diseñadores, para provocar una mayor emotividad en las intenciones de los dos personajes con destacada ejecutoria, en medio de los asedios por figurantes en negro. Súbitamente, ocurre del desconcertante final abierto señalado por un “blackout” total, previo al cierre de telones. La audiencia tardó en replicar con nutridos aplausos en pie.

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