Danza Contemporánea de Cuba

Y ya cumplieron los 55

Para festejar, este mes de agosto la trupe recaló en el escenario del habanero Teatro Mella, para entregar un triple programa de concierto, compuesto por obras de coreógrafos europeos y un estreno mundial de un joven bailarín y creador cubano, Julio César Iglesias.

Deja un comentario Por () | 25/08/2014

Danza Contemporánea de Cuba celebró más de cinco décadas con un estreno mundial. Foto: Budy Bode. Gentileza BB.

Danza Contemporánea de Cuba celebró más de cinco décadas con un estreno mundial. Foto: Budy Bode. Gentileza BB.

El hecho de que una compañía de danza contemporánea supere con vitalidad más de medio siglo de historia y de repertorio, es para considerarlo una proeza, dados los tiempos actuales de crisis económicas. Este es el caso de Danza Contemporánea de Cuba (ver el inset), bajo la dirección por 28 años del ex bailarín Miguel Iglesias. Igualmente es una proeza de permanencia si se tienen en cuenta otros factores, entre ellos, la regular o consecuente energía creativa de sus líderes, así como el apoyo incondicional –sin cortapisas socio-políticas-, de las instituciones patrocinadoras, ora privadas, ora estatales.

Danza Contemporánea de Cuba subió este mes de agosto al escenario del habanero Teatro Mella –su sede habitual–, para entregar un triple programa concierto, compuesto por obras de coreógrafos europeos y un estreno mundial por un iconoclasta joven bailarín y creador cubano.

El espectáculo –de poco más de hora y media de duración sin pausas–, comenzó con “Sombrisa”, una pieza de 25 minutos creada para este conjunto por Itzik Galili y remontada para esta ocasión por sus asistentes Margarita Vilela y Yoerlis Brunet, sobre un soporte musical del notable compositor norteamericano Steve Reich.  Este título, comisionado por el Newcastle Royal Theatre y el Dance Consortium del Reino Unido, demuestra el amplio diapasón estilístico e interpretativo del cuerpo de baile de esta troupe. Puesta a prueba desde su entrada a escena como boxadores de ambos sexos alistándose para una lucha en el ring, ejecutando movimientos propios a los “sparrings” o los “ganchos” contra sus rivales, siempre con sus manos enfundadas a los respectivos guantes profesionales. Todo esto se alterna entre situaciones de extrema violencia con divertidos momentos humorísticos cargados de inteligente ironía, hasta el sorpresivo final donde una pareja, sin guantes, baila estrofas “a capella” de una conocida canción pop cubana.

Luego llegó, utilizando solamente la cámara negra esta vez matizada con una variedad de eficaces diseños de luces de Michael Hulls, el estreno en Cuba de “Flux”. Un solo (de apenas 12 minutos) creado por el afamado coreógrafo Russell Maliphant para el virtuoso bailarín cubano invitado: Alexander de Varona, residente en Europa, con el propósito de integrarlo a la retrabajada suite Tocororo de Carlos Acosta, en su reciente presentación en la londinense Royal Opera House. Este unipersonal que se podría referenciar con un trabajo precedente de Maliphant para la soberbia bailarina francesa Sylvie Guillem. Ductilidad corporal y gestual lograda por de Varona, quien bailó en mayor parte terre á terre, rotando sobre sus rodillas y con fluidas poses ondulantes, apoyado por el collage de la banda sonora, que incluyó Freezeframe and Autodrive from Balance, ejecutada por Bretschneider y Taylor Deupree.

Finalmente, el anunciado estreno mundial “Cristal”, la más reciente creación del talentoso “enfant terrible”, Julio César Iglesias (único vástago del director Iglesias), que al mismo tiempo se desempeña aquí como mezclador de la banda sonora y diseñador de vestuario, apoyado por dos asistentes: Yoerlis Brunet y Chris Feyter.

Iglesias, quien recientemente retornó de Europa, después de trabajar con diferentes maestros y coreógrafos por más de dos años, ha bailado tras su formación en la Escuela Nacional de Danza de La Habana, buena parte del repertorio de esta compañía, así como también logró producir varias piezas para ella, en solitario o en dupla con su compatriota y colega George Céspedes.

En esta provocadora pieza, por supuesto, Julio César Iglesias exhibe las contaminaciones estilísticas importadas de las nuevas tendencias gestuales y coréuticas, que algunos críticos denominan “metaposmodernism”. En su borroso discurso coral recurre a los movimientos coloidales para el diseño espacial, donde combina una violenta improvisación del “contact” con recurrencias sarcásticas inyectadas del erotismo habitual de los bailables afrocaribeños: en escena, surgen atléticos bañistas, o culturistas, con sus coloridas trusas, ellas con una pieza inferior de llamativos diseños.

Una pareja vestida de negro, ella, tal una cantante pop con sus negros espejuelos de sol, cíclicamente cierra, sorpresivamente con la misma canción en inglés doblada de la apertura. Él queda atrapado por el telón de boca.

¿Por qué el título de “Cristal”? Es acaso una referencia alegórica a su fragilidad con la que existe entre las relaciones humanas cotidianas? Tal vez, también, ¿un acertijo como el edipiano de la esfinge en la tragedia griega? Indiscutiblemente, se advierte un discurso coréutico polisémico.

Toda una vida

El Conjunto de Danza Moderna, fundado en 1959 por el maestro Ramiro Guerra según sus principios fundacionales, fue bautizado en 1987 como Danza Contemporánea de Cuba. En 1962 se convirtió en Conjunto Nacional de Danza Moderna, y en 1974 se le denominó Danza Nacional de Cuba. Desde sus inicios, su reconocimiento internacional fue innegable. A lo largo de su historia realizó más de 280 estrenos, y bailó en los más importantes teatros de Europa, América latina, Canadá y los Estados Unidos.
Por la excelencia de sus presentaciones recibió numerosos premios, entre ellos, el Premio Luna del Auditorio Nacional de México, en 2009, por su producción de “Carmina Burana”. Fue finalista de tres principales premios del Reino Unido por la gira de 2010 en la modalidad de danza: Premios TWA (theatre award) donde se señala “por sus actuaciones vibrantes, especialmente el Mambo 3XXI, de George Céspedes”; el Olivier Awards, y The  Critics´Circle Nacional Dance Awards, en 2010.

 

 

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