Smuin Ballet

Una nueva temporada

Durante dos fines de semana la compañía se presentó en el Palace of Fine Arts de San Francisco, y puso en escena tres trabajos de Michael Smuin y un estreno de Amy Seiwert, coreógrafa residente de la agrupación. Entre las reposiciones: “Eternal Idol”, “Tango Palace” y “Stabat Mater”.

Deja un comentario Por () | 05/10/2011

Smuin Ballet estrenó "Dear Miss Cline" de Amy Seiwert en el Palace of Fine Arts de San francisco. Foto: David DeSilva. Gentileza CB.

EL Smuin Ballet bailó dos fines de semana en el Palace of Fine Arts de San Francisco. Desde el 15 de septiembre al 1 de octubre, y presentó tres trabajos de Smuin y un estreno de Amy Seiwert, coreógrafa residente de la compañía. El Smuin Ballet incluyó “Eternal Idol” creado por Michael Smuin en 1969, que por entonces fue interpretado por Cynthia Gregory e Ivan Nagy para el American Ballet Theater. Y además, las obras “Tango Palace” y “Stabat Mater”, este ultimo fue la respuesta de Michael Smuin al 9/11.

“Tango Palace”, creada para la temporada otoñal de 2003, utilizó seis bailarines. Las mujeres se sientan en sillas separadas al frente del escenario esperando por los hombres que aparecen desde el centro de la escena, a la derecha, en tonos sombríos, con sombreros que abandonan en el momento preciso. Shannon Hurlburt y Christian Squires interpretaron un interesante pas de deux; Robin Cornwell y Jonathan Dummar completaron esta primera sección con uno de los más sensuales y sugestivos pas de deux de Smuin.

Después de un apagón, Smuin prosiguió esta danza tan absorbente con una tonta exhibición de las bailarinas en punta, descartadas las sayas, acompañadas de los hombres. Parecería que esta secuencia fue añadida, quizás, para hacer que el ballet sirviera como una apropiada cobertura para llegar hasta el intervalo. Pero lamentablemente quebró el clima inicial de entusiasmo.

“Stabat Mater” sobre música de Anton Dvorak, presenta un tema sombrío en variados tonos de brillantes colores, con líneas negras, como si trataran de encuadrar la teatralidad con las emociones de pérdida, recuerdo y desaparición. Erin Yarbrough-Stewart y John Speed Orr bailaron los roles principales, Yarbrough-Stewart expresa el austero tema con absoluta sinceridad, tal como ella siempre lo logra. Después de haber visto el “Mozart Requiem” de Smuin durante la época en que dirigía la compañía, es inevitable la asociación de cierto número de frases coreográficas en algunas partes de esa temprana obra, que son semejantes a las de “Trinity” de Jerry Arpino.

“The Eternal Idol” ofreció a Robin Cornwell un vehículo excelente para desplegar su longitud y plenitud sensual, muy bien sostenida por Jonathan Dummar; su estatura y destreza como compañero, permitieron a Cornwell dar plena expresión a Chopin.

La contribución de Seiwert, “Dear Miss Cline”, se apoyó en la letra de los éxitos de la ya desaparecida PatsyCline, en sus canciones de estilo “country”. El ballet exhibe inocencia y honestidad como enfoque del estilo, dependiendo del cuerpo y de los patrones del movimiento, para expresar las emociones.

Esto es lo más cerca que Seiwert ha llegado a emular a su mentor, no obstante, con más claridad donde Smuin se hubiera recostado en la teatralidad. Las letras de la canciones fueron interpretadas con destreza por la compañía, en particular Susan Roemer en “She´s Got You”, donde Roemer progresivameante pierde a su compañero, si bien retiene sus cualidades vocales. Erin Yarbrough-Stewart dirigió su atención de derecha a izquierda hacia Christian Squires y John Speed Orr en “Tra le la le la Triangle”, al igual que en “Cain’t Say No” de “Oklahoma”. Una vez más, Stewart resultó encantadora con Orr en “Pick Me Up On Your Way Down.” En resumen, fue un agradable final.


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