Abundanza

Iluminados por el fuego y en la calle

La compañía festeja sus 10 años con el reestreno de “Animal Humano”, de Isabel Croxatto. La obra está basada en la vida y la poesía de Pablo de Rokha, uno de los cuatro grandes poetas chilenos.

Deja un comentario Por () | 18/03/2011

La coreógrafa Isabel Croxatto reestrenó su obra “Animal Humano” como homenaje al bicentenario de Chile. Foto gentileza Abundanza.

La coreógrafa Isabel Croxatto  reestrenó su obra “Animal Humano” (2000) como homenaje al bicentenario de Chile y festejando los 10 años de la Compañía Abundanza.

Esta obra está basada en la vida y la poesía de Pablo de Rokha, uno de los cuatro grandes poetas chilenos, junto a Pablo Neruda, Gabriela Mistral y Vicente Huidobro. El menos conocido de ellos y el más marginal.

“Soy el coordinador de la angustia del universo”

Comienza la obra, son cuatro hombres y cuatro mujeres. Los hombres toman el escenario y a la voz del poeta comienzan a moverse. Son cuatro rocas, cuatro seres que viven, sufren y aman.

Las mujeres a su alrededor los acompañan con el sonido de instrumentos autóctonos chilenos: cascahuillas, cultrunes, pifilcas, y también hacen sonidos con piedras y palos. Ellas se integran al movimiento de los hombres y todos se empoderan de las palabras de Rokha.

Pasan de ser mendigos abandonados, a borrachos alegres; de ser lavanderas gozosas a tímidas enamoradas. De hombres violentos a amigos cómplices. Ellas son la vida surgiendo de la tierra y la sabiduría de los años vividos. Ellos son a la vez la fuerza y la debilidad del hombre.

“El hombre corriente dice, son colillas tristes, y pasa”

Acompañándose con frases escogidas de Pablo de Rokha coordinan los movimientos al ritmo de las palabras.

“Andando, platicando, andando con la tierra por los caminos varios”

El poeta vive a través de la energía de los bailarines-actores. Los intérpretes están comprometidos con la visión de la coreógrafa y nos llevan a los confines de su tierra y de su historia.

“¡Cuánto dolor necesitaba la tierra para crearte, Dios!”

“Animal Humano” es una obra patrimonial que sobre los textos del poeta recorre la identidad chilena. Fue pensada para realizarse en la calle, como una respuesta  a la falta de espacios para la danza, iluminada con fuego, antorchas y velas, y con el público rodeando la escena. La sonoridad se construye en vivo utilizando objetos simples, y siendo los bailarines los encargados de realizarla.

Se ha montado también en escenarios tradicionales, utilizando iluminación convencional y con un frente establecido. Elías Sepúlveda, el iluminador, ha resuelto acertadamente cada cambio de espacio.

Se destaca la interpretación de todos sus bailarines: Bárbara Achondo, Elisett Lindermann, Verónica Toro, Paula Castillo, Leonardo Iturra, César Cisternas, Javier Muñoz, Pablo Tapia y Juan Pablo Quezada.

Esta obra ha recorrido plazas, cárceles, gimnasios y teatros. Ha estado en Brasil en el festival Contradanza (2001) y en México en los festivales Entre Fronteras y José Limón (2003).

Isabel Croxatto volvió a mostrar la calidad y vigencia de su propuesta en las dos giras realizadas por el sur y centro de Chile, y logró llegar a lugares fuertemente tocados por el terremoto en 2010.

Instrumentos chilenos autóctonos:

Cascahuilla: son cinco o seis cascabeles cosidos a un trozo de lana o de cuero que se coloca en el puño.

Cultrun: Es un tambor con base de madera con forma  de media esfera, con un diámetro de cuarenta centímetros y una altura de quince centímetros aproximadamente. Tiene una membrana de cuero y en su interior colocan  piedritas, monedas, hierbas, plumas. Se tensa cerca del fuego. La Machi (autoridad religiosa y curandera) lo golpea para acompañar sus ceremonias.

Pifilca: Es un cilindro de madera de 20 a 25 centímetros de longitud, con una perforación  en la parte superior más ancha, para colocarla en la boca y soplar.

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