ART-OS

Una pareja singular

La compañía integrada por Bárbara Achondo y Juan Pablo Quezada se lanzó en 2010, y acaban de presentar “Inherencia” en una sala del Centro Cultural Gabriela Mistral. Estará con su primer espectáculo durante un mes de jueves a domingo.

Deja un comentario Por () | 14/12/2011

La compañía ART-OS, integrada por Bárbara Achondo y Juan Pablo Quezada presenta "Inherencia". Foto: Riolab.

La compañía ART-OS, integrada por Bárbara Achondo y Juan Pablo Quezada recién empieza, el 2010 es su año de nacimiento. Sus integrantes, por separado, tienen experiencia como intérpretes en varias compañías. Pero esta nueva experiencia es de ellos solos.

Bárbara Achondo fue intérprete del Ballet Juvenil de la Universidad de Chile; de la compañía Abundanza de Isabel Croxatto en “Erótica”, “Pasajeros del Cuerpo” y “Animal Humano”; y de la Compañía de Papel de Andrés Cárdenas en “Pies Pa’ Volar”.

Juan Pablo Quezada como bailarín, en la compañía Proyecto en Blanco de Javier Muñoz en “Máxima Seguridad”; en la compañía Angulo Alterno de Alonso Alarcón en “5 Patadas al Libre Albedrío” y “Extracorporal”: y con Abundanza de Isabel Croxatto en “Animal Humano”.

Luego de una pequeña participación en el Festival Vertientes del año 2010, donde presentaron un bosquejo abigarrado, de lo que hoy es “Inherencia”, ahora, fueron programados, en una sala del GAM (Centro Cultural Gabriela Mistral). Un reto mayúsculo e inesperado, para una compañía independiente, estar con su primer espectáculo de danza, durante un mes de jueves a domingo, en una sala ampliamente deseada por todas las demás compañías de danza.

Bárbara viene de un virtuoso origen gimnástico y presente en la danza. Juan Pablo desde el teatro, ha ido desarrollándose con un exhaustivo acondicionamiento, en un valioso y carismático intérprete de la danza.

Ellos declaran que el entrenamiento físico es fundamental. Y en esta propuesta por sobre todas las cosas danzan.

Su entrenamiento de danza contemporánea dicen: “recoge elementos de la acrobacia, del suelo, flying low, contact-improvisation y otras técnicas y lenguajes actuales.”

Ambos, pareja en la vida real, han plasmado en esta su primera obra, esa relación de dos que se convierten en uno, en la búsqueda de la independencia dentro de la necesidad de permanecer unidos. Ese estar acoplados, sostenidos y propulsados por el otro.

La puesta en escena es atractiva. Los elementos utilizados son los del cotidiano: una mesa, una licuadora, un baúl, lámparas, naranjas, y ropa que se van cambiando.

Los dos despliegan con precisión sus movimientos. Son exactos, se acoplan, se desplazan acordes y virtuosos.

Se atreven, en una de sus escenas, a usar la música del “Bolero” de Ravel y sorpresivamente, no les queda grande, la van desarrollando paso a paso, y no nos remite a nada conocido.

En “Inherencia”, todo se va desenvolviendo de forma amable, sin angustias, ni tropiezos. Fácil de seguir, de disfrutar, deja un sabor fresco y dulce como el perfume de las naranjas en un desayuno compartido.

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