La enseñanza del ballet en Cuba puede confesar, con toda certeza, sus orígenes en la Escuela de ballet fundada por la Sociedad Pro-Arte Musical de La Habana en 1931, aprovechando la residencia en la isla del profesor ucraniano de ballet Nikolai Yavorski (una de las figuras del Ballet ruso del Coronel de Basil que tuvo que abandonar la gira de ese conjunto por América Latina, motivado por su bancarrota). En esta recién creada academia iniciaron su formación los creadores de la escuela cubana de ballet: Alicia, Fernando y Alberto Alonso (fallecido recientemente en su exilio norteamericano).

Pero esta Escuela de Pro-Arte no se proponía la formación de profesionales, por lo tanto las tres figuras descollantes de dicha institución decidieron partir a los Estados Unidos para audicionar en academias profesionales. Cuando decidieron retornar a su tierra natal y organizar, en 1948, el Ballet de Alicia Alonso, se hizo necesario la creación de una escuela que nutriera a la compañía de valores locales, que remplazara las huestes de extranjeros contratados para las cortas temporadas habaneras, aprovechando los descansos del neoyorkino Ballet Theatre (entonces bajo la égida de Lucía Chase). Así surge, en 1950, la Academia de ballet Alicia Alonso, institución donde se gestan las bases éticas y estéticas del método pedagógico de la actual escuela cubana de ballet.

Tras el derrocamiento del régimen de Fulgencio Batista y la instalación ulterior del gobierno revolucionario comandado por Fidel Castro, se reorganizó el Ballet de Cuba, ahora con la oficialización de “Nacional de Cuba”, y en 1961 se creó la Escuela Provincial de Ballet de La Habana, bajo la dirección de la exbailarina rusa Anna Leontieva (otro de los miembros del conjunto de De Basil que decidió permanecer en Cuba), la cual graduó alumnos en 1965 y 1966 para integrar la agrupación profesional.

En 1962 surgió la Escuela Nacional de Arte, donde se agruparon todas las especialidades de la Dirección de la Enseñanza Artística y, dentro de ellas, la Escuela Nacional de Ballet, siendo su primer director Fernando Alonso y sus profesores, las principales figuras del Ballet Nacional, entre los que se destacaron: Josefina Méndez, Mirta Plá (ambas recientemente desaparecidas), Aurora Bosch y Loipa Araújo (actualmente desarrollan una importante labor docente internacional), Ramona de Sáa (Directora actual de la escuela nacional), Margarita de Sáa (quien desarrolla exitosamente su labor docente en Estados Unidos por más de 45 años), Joaquín Banegas y Silvia Marichal (directores de compañías en México o en Brasil), entre otros.

La primera graduación de la Escuela fue en 1968, y desde entonces hasta el presente, los egresados han formado parte de importantes compañías nacionales y extranjeras, como el American Ballet Theater, San Francisco Ballet, Boston Ballet , Huston Ballet, Royal Ballet de Londres, English Nacional Ballet, Royal Ballet de Flandes, los Ballets de Hamburgo, de Leipzig y de Dresden, el Béjart Ballet de Lausana, la Compañía Nacional de Danza de México, por solamente citar algunas. Igualmente, en el transcurso de los años, sus alumnos aventajados han conquistado los máximos galardones en los más prestigiosos concursos de ballet del orbe, como el de la Ville de Paris, Moscú, Varna, New York, Vignale, Lausanne, o Tokio.

La ENB, en su flamante instalación de la capital cubana, además de ser un centro formador de bailarines, es un centro metodológico nacional e internacional, pues el método cubano se ha puesto en práctica, desde 1973, primeramente en México, Italia y Venezuela, y también han impartido asesoría técnica a otros países como Ecuador, Uruguay y Brasil.

Como parte de su formación académica, los alumnos trabajan el repertorio clásico internacional, eligiendo principalmente los conocidos títulos: “Giselle”, “Coppélia”, “La Bayadera”, “La Bella Durmiente”, “Paquita”, “El Corsario”, “Raymonda”, “Lago de los cisnes”, “Don Quijote”, “El cascanueces” y otras, y se les involucra en el montaje de piezas coreográficas nacionales, tanto clásicas como contemporáneas. Además, el plan de estudios contempla dos especialidades: la de bailarín-profesor y la de profesor.

Los estudiantes provienen de las escuelas elementales de ballet de todo el país, y en la nacional cursan el nivel medio donde, además de la formación escolar, la especialidad contempla asignaturas de Ballet, Repertorio, Danzas de carácter, Danzas de salón, Dúo clásico, Folclore, Técnica de la danza-moderna, Danza española y Maquillaje escénico.

Este centro académico, desde hace poco tiempo, se ha convertido en una unidad docente anexa al Instituto Superior de Arte, concediéndole por tanto, a sus egresados, la posibilidad de cursar estudios de ballet de un nivel superior.

2 comentarios a este artículo