American Ballet Theatre

La bella siempre vuelve a Nueva York

La versión de “La Bella Durmiente” de Kevin McKenzie, Gelsey Kirkland y Michael Chernov se presentó en el Metropolitan Opera House con cambios en la coreografía. Se destacó la perfección de Herman Cornejo.

3 Comentarios Por () | 23/07/2010

Herman Cornejo fue el príncipe Desiree de “La Bella durmiente”. Sus terminaciones fueron dignas de los libros de texto de la danza académica. Foto: Rosalie O´Connor. Gentileza:ABT.

“La Bella Durmiente”, obra maestra coreográfica de Marius Petipa, hecha en 1890, en colaboración con el maestro de maestros en música para ballet, Pyotr I. Tchaikowsky, ha sido considerada a través de la historia, como “la apoteosis de la más pura técnica, fundida con el equilibrio absoluto de un estilo…”. No obstante, ha pasado por más versiones que las que se pueden contar con los dedos de las manos. Este último arreglo del American Ballet Theatre (ABT) que fue estrenada en 2007, producto de Kevin McKenzie, Gelsey Kirkland, y de su esposo, Michael Chernov, sufrió aún más cambios cuando volvió a subir a escena al año siguiente, y lo mismo se ha notado en esta temporada. Pero según el consenso final, la princesa Aurora, figura principal de la historia infantil de Perrault, en este montaje, bien podía haber continuado en su largo sueño por 100 años más.

Para empezar hay que señalar la escenografía, original de Tony Walton, que resulta demasiado oscura y lúgubre para un cuento de hadas. Además, hay telones que van y vienen, y uno de ellos, simula una telaraña que enreda al pobre príncipe Desirée cuando va en busca de su soñada princesa, no antes de batirse en duelo con la malvada hada Carabosse, que quiere impedirlo.

Por otra parte, se le ha añadido mímica innecesaria, especialmente en la segunda escena cuando el Rey Florestán hace señas que dan órdenes de decapitar a los vasallos que introdujeron indebidamente en la corte una rueca, con la que Aurora puede pincharse, y así se cumpliría la maldición de Carabosse.

La escena del prólogo es un poco confusa, debido a la cantidad de personajes que aparecen en ella; poco después todo se pone en orden, cuando las hadas que concurren al bautizo, y ejecutan sus respectivas variaciones con total dominio y elegante estilo. El Hada de las Lilas le viene muy bien a Maria Riccetto, de movimientos amplios y seguros; lo mismo puede decirse de las otras hadas que forman su corte, Melanie Hamrick, Isabella Boylston, Sarah Lane, Luciana Paris y Kristi Boone, todas vistiendo bellos tutús de pálidos colores.

La juvenil princesa Aurora de ese día, le tocó en turno a Xiomara Reyes, ideal para el rol por ser menuda y ligera. Sus balances en el conocido Adagio de la Rosa, con los cuatro príncipes que la pretenden, fueron bien sostenidos, igual que en la variación que continuó. Herman Cornejo, como Desirée, le dio al público lo que de él se esperaba: perfección y limpieza en los pasos, con terminaciones dignas de aparecer como modelos en los libros de texto de la danza académica. Hay que señalar que Nancy Raffa, como la maligna Carabosse, logró una de las caracterizaciones mejores de la noche.

El último acto, donde se celebran los esponsales de Aurora y Desirée, es un entretenido Divertissement, que en tiempos pasados se usaba como un ballet por sí solo, y llevaba el título de “Las Bodas de Aurora”. Esta versión del ABT no suprime personajes como Caperucita y el Lobo, la pareja de Gatos, y Cenicienta y su príncipe, pero les da muy poco que hacer. En cambio, las Hadas Madrinas vuelven a aparecer en escena, interpretando solos interesantes, o bailando en grupo. El Grand Pas de Deux final, que consuma los esponsales de Aurora y su príncipe, fue logrado por Reyes y Cornejo con total perfección, por más que había más solemnidad que alegría en ellos, como corresponde a un momento de suma felicidad.

Hee Seo, como la Princesa Florinne, tuvo una intervención digna del mejor elogio, por la bella línea de sus piernas y hermoso braceo. No sucedió lo mismo con la actuación de su compañero, el Pájaro Azul, Sascha Radetsky, cuyos brissés dejaron mucho que desear.

La orquesta, bajo la batuta de Charles Barker, llevó los tiempos a veces demasiado rápidos. En total, no fue una de las mejores noches de la temporada.

3 Comentarios para La bella siempre vuelve a Nueva York

  1. Edith Schenone's Gravatar Edith Schenone
    14/01/2011 at 3:16 pm | Permalink

    Para mi Herman Cornejo hoy es sin duda lejos la estrella del American Ballet Theatre, es el mejor bailarin del mundo ,por su talento su tecnica que es mortal su belleza , su presencia escénica , es lo mas

  2. m perez's Gravatar m perez
    01/01/2011 at 7:45 pm | Permalink

    mi querida celita , tus dos articulos son una maravilla , que tengas un feliz año , siempre se de ti a traves de gustavo , siempre el chino ( amigo de lopetegui y jorge)

  3. Berthica Prieto's Gravatar Berthica Prieto
    10/08/2010 at 2:19 am | Permalink

    Me encantaría que Célida se comunicara conmigo a través de mi email. Ella me conoce, por mi familia de Cuba y por mis años en Nueva York en el Harkness Ballet y el American Ballet Theatre.
    Estuve en junio en NYC para el ” Alumni Reunion” del ABT y me hubiera encantado hablar con ella.
    Muy atentamente,
    Berthica Prieto

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